ROLLER DERBY

En Argentina es un deporte 80 % femenino. Ofrece vértigo, emoción, adrenalina, pero también autogestión, independencia y política de género.El roller derby no empezó con una película, pero sí se popularizó gracias a ella. Whip It, o Chicas sin frenos, como se la conoció acá, es una comedia dramática dirigida por Drew Barrymore, y que va sobre esto de correr en círculos sobre rollers y eludir adversarios para obtener puntaje. Ahí, Ellen Page protagoniza a una chica introvertida que descubre una comunidad en la que se siente bienvenida gracias a la cultura que se genera alrededor de este deporte. Y si bien la dinámica del juego y sus reglas pueden haber cambiado desde 2009, cuando se estrenó, hasta hoy, la idea de que el roller derby se haya transformado en un lugar de encuentro para chicas de toda índole sigue siendo más que una coincidencia.

Esta actividad, tal como la conocemos, se afianzó en nuestra región hace unos siete años. ¿País pionero? México, seguido de Colombia, Argentina y más adelante Chile, Perú y Uruguay. Pero fuera de la versión de habla hispana, la disciplina en sí tiene un origen estadounidense que data de principios del siglo XX, y que gozó de gran popularidad hasta fines de los ‘70, cuando pasó de espectáculo deportivo a deporte, con sus organización, regulación y reglas.

En 2005 se creó la primera asociación de roller derby femenino a nivel mundial, conocida como la WFTDA o Women’s Flat Track Derby Association (Asociación femenina de pista plana de Derby) que, a la fecha, ya cuenta con 397 ligas asociadas y 49 ligas que están en un programa que las ayuda a desarrollarse de una manera más profesional y, a la vez, permite una mejora a todos niveles.

Actualmente en nuestro país hay más de veinte ligas y equipos, tanto femeninos como masculinos, incluyendo en el mapa a Capital Federal y GBA, Mar del Plata, Bahía Blanca, Santa Fe, Tucuman, Córdoba, Mendoza, Chubut, Santa Cruz, Neuquén, Jujuy, Salta y La Rioja. Distribuidas por Buenos Aires hay tres ligas femeninas y una masculina, todas con sus propios equipos, que suelen enfrentarse contra el resto de los equipos en un formato de torneo interliga. Además, cada liga ofrece pruebas y entrenamientos a los que quieran incursionar de una forma más profesional. Sea cual sea la liga en la que uno decida adentrarse, en todas se pueden encontrar personas que comparten una misma pasión. Y que a pesar del preconcepto, están dispuestas a demostrar que un poco de contacto físico no le hace mal a nadie.

Para jugar se necesita desde el vamos de un equipamiento costoso que incluye: patines, casco, rodilleras, coderas y protector bucal.

En la Argentina, los precios pueden llegar a estar en las tiendas aumentados en un 100% de lo que se consigue en el exterior.

Y otro de los problemas que enfrentan nuestras rollergirls locales es que les cuesta conseguir sponsors y no existen canchas 100% adecuadas para los requerimientos del deporte.

Por eso juegan en parques, plazas, canchitas de fútbol, debajo de alguna autopista o donde sea que consigan un playón de cemento alisado. 

“Es un deporte rudo y de contacto, como el rugby o las artes marciales, pero no es violento”, 

El Roller Derby es un deporte que empodera la diversidad de la fuerza femenina y motiva la unión.

“Es un espacio que da seguridad a las mujeres para ir rompiendo estereotipos respecto de esa visión de la mujer débil. Y también es un lugar en el que te sentís incluida, sin discriminación, en el sentido de que hay tanta diversidad en las personas que lo practican que en la cancha esas diferencias ya no importan y se da una situación que te iguala con la compañera y hasta con el equipo rival”, dice una participante de uno de los equipos.